Calma, suaviza y repara pieles atópicas o dañadas (psoriasis, eccemas, dermatitis).
Detalles: Fórmula ancestral y muy apreciada por las gentes del campo, su uso tradicional estaba destinado a aliviar la piel tras las quemaduras, los golpes y las picaduras de insectos. En esos casos también alivia el dolor, reduce la inflamación y ayuda a regenerar la piel